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aislamiento térmico en la rehabilitación de edificios

Aislamiento térmico en la rehabilitación de edificios

El aislamiento térmico en la rehabilitación de edificios energéticamente eficientes puede suponer una obra muy compleja. Y es natural que surjan muchas dudas en el momento de elegir el tipo de aislamiento adecuado para las fachadas y para la cubierta. Un edificio correctamente aislado, no sólo redunda en una mejora en la clasificación energética del mismo, sino que puede suponer un ahorro en el consumo energético de hasta un 40%.

En el presente artículo te detallaremos los materiales más eficientes en materia de aislamiento térmico, y te explicaremos las ventajas e inconvenientes de cada uno de ellos. Asimismo, puntualizaremos las mejores soluciones para cada elemento constructivo y la interacción entre ellos.

Elementos constructivos de la envolvente

Para entender como funciona el aislamiento térmico en la rehabilitación de edificios, primero hay que entender los conceptos de «envolvente vertical» y «envolvente horizontal». Cualquier edificio tiene una envolvente vertical que puede estar conformada por una o más fachadas, dependiendo de si comparte medianera con los edificios colindantes, y por una envolvente horizontal compuesta por una cubierta, sin importar si es inclinada a dos o más aguas, u horizontal (con pendientes para la evacuación del agua de lluvia). También puede considerarse como envolvente el suelo que está en contacto con la edificación.

En una vivienda, por ejemplo, su envolvente vertical está compuesta por una parte importante ciega (paredes) y otra transparente (ventanas). La parte opaca es relativamente fácil de aislar, pues sólo se requiere de un buen producto aplicado en un espesor generoso. La parte más complicada es la ventana y su interacción con el resto de los elementos como las paredes, la caja de persiana, las jambas y el antepecho.

Existen muchos sistemas de fachada y todos tienen sus ventajas e inconvenientes, pero el problema que comparten todos es la presencia del puente térmico. Para entender este concepto, lo ejemplificaremos con una fiambrera. Si ponemos la comida caliente en el recipiente, la mayor pérdida de calor se produce por arriba porque no lleva puesta la tapa. Vamos a imaginar que la tapa no cierra correctamente, y al ponerla queda un pequeño hueco por el que se va perdiendo calor. Bien pues, este pequeño orificio es un puente térmico.

Cualquier fachada de edificación tiene ventanas, cajas de persiana, forjados, etc. Es por estas zonas donde se produce la mayor pérdida de calor y son puentes térmicos difíciles de aislar. No obstante, existen soluciones más o menos sencillas de aplicar que te pueden ayudar a solucionar estos pequeños “escapes de calor”.

Soluciones para el aislamiento térmico en la rehabilitación de edificios

Hay muchos sistemas en el mercado que aíslan térmicamente con mayor y menor eficacia. Pero, en este escrito, solamente nos dedicaremos a los más eficaces, y los dividiremos en dos bloques: cubiertas y fachadas.

Las cubiertas se pueden aislar con poliuretano proyectado, con lana de roca proyectada y con un aislante cerámico ultrafino:

  • El poliuretano proyectado es muy buen aislante, de hecho, cuenta con el mejor y más bajo coeficiente de conductividad térmica del mercado. No obstante, es un material combustible, ya que tiene la clasificación más alta, “E”, según la tabla de la norma UNE-EN 13501-1. Este pequeño inconveniente se puede solucionar aplicando una capa de un mortero que le confiere de una reacción al fuego muy limitada.
  • La lana de roca proyectada tiene una conductividad térmica mayor que el anterior producto. Esto significa que para alcanzar la misma resistencia térmica se requiere más grosor de lana de roca. Es un material natural e ignífugo, y además tiene propiedades que ayudan al aislamiento acústico y a la reverberación del sonido. Su inconveniente es que, si no se coloca un falso techo encima, puede desprender continuamente partículas de lana.
  • El aislante cerámico ultrafino tiene la ventaja de conferir a la cubierta o a la fachada, por el exterior, de una resistencia térmica bastante elevada con una sola capa de un milímetro. Además, permite que el paramento sea transpirable, permeable al vapor, impermeable al agua, tiene una gran resistencia a la tracción (por lo que soportará las dilataciones del edificio) y, por último, al ser una capa fina, no se pierde ningún espacio de uso útil. Cabe añadir que se puede escoger un color y dejarlo como una capa de acabado decorativo. Esta solución es ideal para anular los puentes térmicos mencionados en el apartado anterior.

 

aislamiento térmico edificios

Las fachadas pueden estar compuestas por varias hojas, aunque la mayoría de ellas tienen una capa de cámara de aire que puedes aprovechar para rellenarla de material aislante. De esta forma, se logra un mayor confort térmico. Básicamente hay dos productos eficientes para el aislamiento térmico en la rehabilitación de edificios: la lana de roca y la celulosa.

  • La lana de roca proyectada es la misma que te he explicado anteriormente, con la excepción de que se insufla en seco. El inconveniente que tiene es que, si se produce alguna filtración y se moja, no sólo dejará de aislar térmicamente, sino que se comportará como un material conductor. Tras unos días de secado volverá a funcionar como debe.
  • La celulosa insuflada es la solución más económica y eficaz. Ofrece las mismas cualidades que casi todos los aislantes, teniendo un comportamiento bueno frente al fuego, y soluciona el problema del punto anterior, pues se seca muy rápido y no deja de funcionar como aislante.

 

Si has completado la lectura de este artículo, ya sabes algo más sobre el aislamiento térmico en la rehabilitación de edificios. No olvides volver a nuestro blog periódicamente para profundizar en temas del sector de la PPCI, el aislamiento térmico, la impermeabilización, acústica y mucho más.