
Tipos de hormigón y para qué se utilizan
¿Sabías que existen distintos tipos de hormigón? Aunque este material se haya convertido en uno de los más empleados de la construcción gracias a su versatilidad y resistencia, todavía es un gran desconocido para muchas personas. Por eso en este artículo vamos a explicarte las diferentes clases que te puedes encontrar, y también haremos un repaso a cuál es la utilidad de cada una de ellas.
Los tipos de hormigón
A continuación te detallamos los principales tipos de hormigón y sus usos.
Hormigón armado, uno de los tipos de hormigón más utilizados
En la actualidad, cualquier obra de gran envergadura necesita las interesantes prestaciones de este tipo de hormigón. Su característica principal es que no solo está formado por agua, cemento, árido y arena, que son los compuestos del hormigón tradicional. Además, incorpora acero corrugado, cuyo grosor varía en función de las necesidades.
Pero, ¿por qué se añaden estos refuerzos de acero? La razón principal es la escasa resistencia natural del hormigón a la tracción. Si bien este material es capaz de soportar una gran compresión sin romperse, cuando se incluyen fuerzas de tracción su resistencia disminuye un 90 %. El acero, por otro lado, tiene la capacidad para soportar hasta 7000 kg por centímetro cuadrado. Así, ambos forman una unión muy útil cuando se trata de hacer estructuras como edificios, pequeños puentes, etc.
Hormigón pretensado
Podríamos considerar este tipo de hormigón como una evolución del anterior. Y es que incorpora los mismos materiales. Sin embargo, en este caso, su principal diferencia radica en la tensión del acero, y de ahí su nombre. Uno de los usos más habituales, y que se utiliza a gran escala en la construcción de viviendas, es para fabricar vigas o viguetas. Pero también se usa en las obras de puentes y viaductos, o en cualquier otra construcción en la que las fuerzas de tracción y las cargas reflejadas en el proyecto técnico sean muy elevadas.
Y es que este hormigón, que se ensambla normalmente en una fábrica y después se transporta hasta el lugar de montaje, tiene una característica especial. Y es que el acero se tensa a unos valores preestablecidos antes de verter el hormigón sobre él. De esa forma, se incrementa todavía más la capacidad portante del hormigón y le confiere unas características de resistencia únicas.
Hormigón celular o aligerado
El hormigón celular es uno de los tipos de hormigón más especiales. De hecho, es lo opuesto a los anteriores. Su utilidad principal es la de minimizar el peso que debe soportar la estructura sobre la que se sostiene. Por tanto, es empleado en cubiertas o forjados de construcciones antiguas, que en muchas ocasiones no son capaces de soportar mucho más peso. Pero también se utiliza en la decoración, y en construcciones en las que la capacidad portante no recae sobre el propio hormigón.
Y es que su principal diferencia con los anteriores radica en su composición. Se sustituye el árido por otros agregados de mucho menos peso, como por ejemplo la arcilla expandida, la perlita o la vermiculita. Estas rocas, de origen volcánico, tienen una gran cantidad de aire en su interior. Y esto no solo hace que el resultado final sea mucho más ligero (el ahorro total puede oscilar entre un 10 y un 85 % del peso del hormigón tradicional). También se logra una mayor eficiencia térmica y acústica.
Hormigón proyectado
En los últimos años, ha comenzado a popularizarse el hormigón proyectado. Su composición no se diferencia mucho de la del tradicional. Agua, árido, cemento y arena se mezclan en la proporción adecuada para formar una masa de gran consistencia, pero sí se incorpora un interesante añadido que hace más difícil que se desprenda cuando se aplica sobre un soporte horizontal.
Para que este hormigón se suele reforzar con fibra de vidrio. Un material que añade una mayor resistencia a la mezcla y que también ayuda a su estabilidad al proyectarla. Para este trabajo lo que se usa es una máquina que lanza el hormigón a gran velocidad y se usa principalmente en lugares como paredes y techos de túneles, o también en piscinas. Es un hormigón muy versátil y rápido de trabajar.
¿Existe el hormigón ignífugo?
El hormigón, gracias a sus propiedades naturales, tiene una gran capacidad para soportar el fuego. Pero cuando se enfrenta a temperaturas superiores a los 400 grados de forma sostenida, su resistencia puede verse seriamente afectada. Y es en esas situaciones en las que hay que buscar soluciones alternativas para protegerlo. No existe el hormigón ignífugo, pero se puede ignifugar. Para ello, hay varias alternativas de PPCI (Protección Pasiva Contra Incendios) para la protección de estructuras de hormigón:
- Mortero de perlita y vermiculita: Este recubrimiento es ligero y ofrece una excelente protección térmica.
- Pintura ablativa: Este recubrimiento aísla el hormigón del calor extremo, reduciendo la transferencia de calor a la estructura.
- Mortero de lana de roca: Este material combina propiedades ignífugas y de aislamiento acústico.
El hormigón es un material clave en la construcción moderna, y los distintos tipos de hormigón ofrecen soluciones específicas para cualquier necesidad. Además, la posibilidad de mejorar su resistencia al fuego mediante técnicas de ignifugación asegura su durabilidad en condiciones extremas.
Buscar
Últimas notícias
- Policarbonatos y su función en la Protección Pasiva Contra Incendios 24 de marzo de 2025
- ¿Qué es el Código Técnico de la Edificación? 24 de febrero de 2025
- Tipos de hormigón y para qué se utilizan 24 de febrero de 2025